La razón de ser.

La fábula del colibrí.

Entendemos que la labor de creación de un mundo mejor, de cambiar aquello que parece no depender de nosotros puede parecer ambiciosa. Sin embargo, lejos de intentar controlar la evidente situación de autodestrucción a la que parece destinada nuestra especie, nos hemos empeñado simplemente en hacer nuestra parte y disfrutar andando el camino.

Para ello, es vital labor de divulgación de los conocimientos que cada día se acumulan, en cuanto al funcionamiento de los seres vivos y los ecosistemas. Sin ellos, no tendríamos las herramientas para ser dueños de nuestras decisiones y viviríamos carentes de un sentido. La confusión que reina en el mundo, nos envolvería. Tenemos que saber de donde venimos, para comprender a donde vamos.

Además, consideramos imprescindible rescatar la sabiduría ancestral de nuestra especie que ha sido deliberadamente ocultada, la ciencia proscrita, que pertenece a cada ser y es decisión de éste poder discernir utilizando el pensamiento crítico. La decisión es nuestra, pero necesitamos las herramientas para tomarla.

Con estas premisas como derechos vitales de cada ser de la Tierra, hemos emprendido este viaje hacia una nueva Biología, un cambio en el paradigma imperante, que contemple la ética y la razón, la humanidad y el sentido común.

Continuando con los pasos de los sabios, que antes que nosotros, plantaron una semilla que esperemos no deje de germinar.

¿Cómo lo haremos?

Con el fin de hacer llegar una biología objetiva centrada en el conocimiento de los procesos de la vida y promover una nueva mirada que elimine las campañas de propaganda, se han creado tres líneas de trabajo:

El contenido de suscripción en la web Tejiendo la Red de la Vida, a través de tres tipos de membresías, una gratuita y dos de pago con diferentes contenidos desde artículos de hemeroteca y nueva redacción, hasta ponencias, programas y clases.

Un proyecto para niños llamado Viajeros de las Estrellas, donde encontraréis libros, vídeos, dibujos y material pedagógico para los más pequeños. Ellos heredarán la Tierra, les necesitamos.

Y por último, dos escuelas que ofertan cursos de formación sobre microbiología, genética. 

  • La Universidad Viviente del Terreno, que tiene como propósito devolver a cada uno de los seres vivientes de este planeta el conocimiento que les permita elegir una vida más plena, más saludable y más feliz, a través del conocimiento científico riguroso y sin conflictos de interés.
¡Acompáñanos!